domingo, 8 de mayo de 2011

BIBLIOTECOLOGO


La Biblioteconomía y Ciencia de la Información se ocupan de la técnica cuyo campo lo constituyen las colecciones de libros y las publicaciones periódicas (revistas y periódicos), la información y la gestión del conocimiento. Este último rol a lo largo del tiempo se ha ido ampliando al manejo de las tecnologías de la información. La biblioteconomía también se interesa por otros formatos o recursos de información, como por ejemplo, publicaciones periódicas en línea, los discos compactos (CD-ROM) y DVD, las microfichas, las filmaciones (vídeo-cassetes, microfilm), las cintas de audio, etc.
El formato electrónico, en especial el disco compacto y las bases de datos en línea, han revolucionado el mundo de las bibliotecas, como la especializada que aparecieron con unos rasgos característicos que las diferenciaban de las tradicionales. Sus usuarios eran personas interesadas en materias concretas, con una necesidad de información muy específica y sus colecciones son muy variadas por lo cual ha sido necesario adaptar los tradicionales catálogos de fichas o tarjetas a los nuevos formatos, surgiendo los catálogos electrónicos, también conocidos como catálogo en línea de acceso público (OPAC = Online Public Access Catalogs).
El concepto de colección se ha transformado con el surgimiento de las bases de datos electrónicas, que no necesitan estar alojadas físicamente en la biblioteca para ser accesibles a los usuarios, y además por la volatilidad de la información que brindan. Esto ha producido un profundo cambio en las políticas de colección de documentos (ya sea en formato electrónico o impreso) de las bibliotecas modernas.
La biblioteconomía se puede dividir en teórica y aplicada. En la primera incluimos temas como la teoría de la información y la gestión del conocimiento, el estudio de la necesidad de información y cómo satisfacerla al mundo, los factores externos que influyen en la interpretación de los conocimientos, etc. La biblioteconomía aplicada se ocupa de temas tales como el desarrollo y mantenimiento de las colecciones, servicios técnicos (adquisición, catalogación, préstamo y descarte o depuración) de las colecciones, cooperación interbibliotecaria, derechos de autor, libertad de información (derecho al acceso a la información), conservación, gerenciamiento de la biblioteca o unidad de información, etcétera. Junto con la bibliometría está la informetría o medida de la capacidad potencial de transferencia de información documental de un sistema documental o bibliotecario. Mide la cantidad de información posible con un algoritmo de búsqueda basado en las palabras clave o códigos descriptores que el lector usa en lenguaje natural y los equivalentes y sinónimos que el sistema o base de datos ha utilizado para catalogar los documentos (términos contenidos en las categorías en el caso de la Wikipedia). Si sumamos las interacciones u ocurrencias y establecemos un índice de calidad de la búsqueda por el logaritmo natural, que sería 1, 2 y 3 el óptimo para la recuperación de información conseguida. Es semejante al número de referencias que descarga un motor de búsqueda en Internet.
Puede entenderse el rol del bibliotecario referencista como un intermediario entre el usuario y la colección de una unidad de información. Con el objeto de poder cumplir bien su función, el bibliotecario realiza la denominada entrevista de referencia, para poder asistir al usuario en el planeamiento y ejecución de su búsqueda de información. El bibliotecario como técnico, estudia algoritmos de búsqueda, tesauros, índices de citación, recopilación de novedades bibliográficas, trato y atención al usuarios y solución de sus consultas, contactos con colegas, etc. Actualmente y de acuerdo al desarrollo de las tecnologías de información y la Web 2.0, el bibliotecario es un facilitador de información.
Existen diversos sistemas de clasificación que se utilizan, con el objetivo primario de organizar físicamente las colecciones de las bibliotecas en los estantes, siendo los más empleados el de Dewey o clasificación decimal universal, CDU en Europa, el sistema de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, BLISS, clasificación facetada de Ranganathan, etc. Mediante el empleo de estas clasificaciones, es posible asignar al material en forma individual y al organizarse en los estantes (ejemplo, un libro) un código numérico o alfanumérico que refleja su contenido (temas o materias), y que sirve para ubicar juntos en los estantes los materiales que tienen contenidos relacionados.
Por otra parte, es tarea clásica del bibliotecario crear una ficha de cartulina con los datos principales del libro: título, autor, editor, editorial, año de publicación, edición, número de páginas, y tema, el que se extrae de alguno de los sistemas de clasificación en uso. El conjunto de estas fichas constituye el catálogo manual de una biblioteca. Existen varios métodos para organizar las fichas así creadas y aumentar las posibilidades de búsqueda en el catálogo manual. Las fichas representan a los materiales conservados en la biblioteca (ej. libros), y se las considera verdaderos subrogantes o representantes de estos materiales.
Con el advenimiento de las computadoras, los catálogos manuales y la práctica de la asignación de un único o limitado número de categorías temáticas a cada material se han transformado en actividades obsoletas, puesto que actualmente es posible asignar un elevado número de descriptores a cada material, para mejorar la representación de su contenido, y así facilitar y ampliar las posibilidades de búsqueda.

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PARA LEER UN LIBRO SE NECESITA



PARA LEER UN LIBRO SE NECESITA DE UN SITIO AGRADABLE,DONDE UNO PUEDA SOÑAR 

EL RELAJARSE
Usted tiene derecho a relajarse! Esto puede sonar frívolo en tiempos en que la mayoría de nosotros sentimos que apenas podemos encontrar el tiempo para respirar. Sin embargo, la ciencia médica nos dice que podemos hacerlo bien para captar ese derecho. enfermedades socio-psicológicas y las enfermedades asociadas físicos relacionados con el estrés son una gran amenaza para nuestra salud y al bienestar de nuestras sociedades. La relajación y los tratamientos asociados no son un lujo, sino que son una necesidad.
La mayoría de nosotros sabemos que hay algo que podamos hacer para "apagar" por un tiempo. Esta es una preferencia muy individual. Se puede escuchar música, cocinar, pasar tiempo en nuestros jardines, dando un paseo y una multitud de otras actividades. A veces, cuando hemos perdido nuestro sentido de la forma de relajarse de verdad, pasar tiempo en la naturaleza o tomar parte en las técnicas de relajación relacionadas con la naturaleza puede estimular su mente y cuerpo en formas que son positivos para su salud.
La región nórdica es el hogar de muchas tradiciones que se están calentando y calmante. Asociadas a todos estos enfoques son las ideas que la relajación y la limpieza son el derecho de cada persona, y que las terapias de relajación pueden contribuir a una sociedad mejor. These traditions – some of them, a thousand years old - include sauna, water therapies, massage and herbal treatments.
Acompáñenos en un viaje irresistible de la relajación en estas tradiciones. Vamos a explorar la filosofía detrás de ellos y por qué son valiosos para nosotros hoy. También le proporcionará un suministro constante de ideas nuevas de relajación que puedes probar cuando el día se acaba demasiado para usted. Ya que estamos igualmente preocupados de mantener los niveles de estrés de los niños como de adultos en nuestras sociedades en rápido movimiento, se incluye un suministro constante de ideas de relajación para los niños.

HISTORIA DE LAS BIBLIOTECAS


La Biblioteca Real de Alejandría o Antigua Biblioteca de Alejandría, fue en su época la más grande del mundo. Situada en la ciudad egipcia de alejandria, se estima que fue fundada a comienzos del siglo lll a. c. por Ptolomeo I Sóter, y ampliada por su hijo Ptolomeo II Filadelfo, llegando a albergar hasta 900.000 manuscritos. Una nueva Biblioteca Alejandrina, rememorando la original y promovida por la Unesco, fue inaugurada el 16 de octubre de 20021 en la misma ciudad.
La destrucción de la Biblioteca de Alejandría es uno de los temas polémicos de la civilización occidental, asignándose a romanos, egipcios cristianos o musulmanes, dependiendo de la fuente consultada. Se carece de testimonios precisos sobre sus aspectos más esenciales, y no se han encontrado las ruinas del Museo, siendo las del Serapeo muy escasas. Para algunos escritores latinos, la Gran Biblioteca fundada por los Ptolomeos apenas resultó afectada en el incendio provocado por las tropas de Julio César en 48 a. C. Probablemente, ya había desaparecido en el momento de la dominación árabe, aunque algunos escritores comentan que el califa Umar ibn al-Jattab ordenó la destrucción de millares de manuscritos. Independientemente de las culpas de cristianos y musulmanes, el fin de la biblioteca debe situarse en un momento indeterminado del siglo III o del IV, quizá en 273, cuando el emperador Aureliano tomó y saqueó la ciudad, o cuandoDiocleciano hizo lo propio en 297. La biblioteca-hija del Serapeo, sucesora de la Gran Biblioteca, fue expoliada, o al menos vaciada, en 391, cuando el emperador Teodosio el Grande ordenó la destrucción de los templos paganos de la ciudad de los Ptolomeos.
Desde el siglo XIX, los eruditos han intentado comprender la organización y estructura de la biblioteca, y se ha debatido largo y tendido sobre su final. Los conocimientos sobre la Biblioteca, cómo fue, cómo trabajaron sus sabios, el número exacto de volúmenes e incluso su misma situación, son todos muy escasos, ya que muy pocos testimonios tratan sobre tan gran institución, y aún éstos son esporádicos y desperdigados. Los investigadores y los historiadores de los siglos XX y XXI han insistido en que se ha formado una utopía retrospectiva en torno a la Biblioteca de Alejandría. No hay duda de que la biblioteca existió, pero apenas hay certezas en lo escrito sobre ella. Se han hecho centenares de afirmaciones contradictorias, dudosas o simplemente falsas, realizando suposiciones a partir de muy pocos datos que, la mayoría de las veces, son sólo aproximaciones